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jueves, 14 de marzo de 2013

10 analogías odiosas y ¿probablemente? falaces

10 analogías odiosas y ¿probablemente? falaces:
Dicen merecidamente que el fútbol es el deporte rey, pues para eso cuenta con cientos de millones de seguidores y fans en todo el mundo. Este juego visceral se vive con pasión en los estadios, en los bares de cháchara con los amigotes o en casa con la familia. Hasta en soledad nos cabreamos o nos alegramos con los fracasos o los triunfos del equipo de nuestros amores.

Quiero que leáis atentamente las 10 frases sobre el fútbol que redacto aquí debajo. Voy con ellas:

  1. Muchos futbolistas de élite ganan millones de euros cada año.
  2. Un futbolista de élite está bien alimentado, bien hidratado y duerme la siesta todos los días porque esto es bueno y necesario para su óptimo rendimiento.
  3. Un futbolista de élite debe tener un buen entrenador que le comprenda, capaz de sacar lo mejor de sus capacidades y talentos, así como de motivarle. Un buen entrenador de élite también gana millones de euros cada año.
  4. Algunos clubes de fútbol de élite tienen a su disposición psicólogos que ayudan a rendir más y mejor aún a sus jugadores.
  5. Si un futbolista de élite no rinde de acuerdo a su capacidad, la culpa no es suya, sino de su entrenador, que no sabe explicarle los conceptos.
  6. Si un futbolista de élite no está motivado se le revisa el contrato y/o se le sube la ficha. Para que esté contento y vuelva a rendir en todo su esplendor.
  7. Si un equipo de fútbol de élite pierde varios partidos seguidos, la culpa es del entrenador o del presidente y hasta se les puede echar a la calle.
  8. Si un futbolista de élite no rinde o se hace mayor, se le rescinde el contrato o se le traspasa a otro equipo más acorde a su nivel, aptitudes o actitud.
  9. Los futbolistas de élite no necesitan motivación para jugar un campeonato de Europa, de África, del Mundo o el derby contra su máximo rival.
  10. Cuando un futbolista de élite se retira vive como un rey.

Supongo que todos los que amáis el fútbol estaréis de acuerdo mayormente con las afirmaciones anteriores y las comprenderéis perfectamente. Resultan bastante razonables para nuestro entendimiento y capacidad de raciocinio, ¿verdad?

Bien, cambiemos ahora de chip y vamos con unas frases análogas a las anteriores, pero intercambiando algunos papeles. Allá voy:

  1. Muchos alumnos universitarios viven como reyes, sin dar un palo al agua. Los profesores de élite  NO existen o, mejor dicho, NO están reconocidos como tales por la comunidad universitaria y sus sueldos distan mucho de ser de millones de euros al año. De hecho, apenas ascienden a unos cuantos miles, nunca se harán ricos ni investigando ni formando a las generaciones del futuro.
  2. Al profesor NO de élite se le ponen clases a horas intempestivas, para que NO se le ocurra dormir la siesta. Ya zanganea bastante, que para eso tiene tres meses de vacaciones.
  3. Los alumnos universitarios deben estar supermotivados por los profesores NO de élite, ser supercomprendidos y, a poder ser, que el profesor NO de élite les haga su propio trabajo, exigiendo lo menos posible y poniendo exámenes de baba sólo aptos para quien no dé un palo al agua.
  4. A los profesores NO de élite que necesitan un psicólogo se les envía al psiquiatra-rector-decano. NO interesa en absoluto que rindan más y mejor, sólo echarles la bronca para que se incremente el número de aprobados.
  5. Si un alumno universitario no rinde de acuerdo a su capacidad, la culpa no es suya, sino de su profesor NO de élite, que no sabe motivarle ni explicarle los conceptos.
  6. Si un profesor NO de élite NO está motivado NO se le revisa el contrato ni se le sube la ficha. Para que se joda y curre a disgusto. Los que tienen que estar motivados por profesores SÍ de élite son los alumnos, el profesor NO de élite debe venir motivado de casa.
  7. Si una clase tiene un elevado número de suspensos, la culpa es del profesor NO de élite, nunca del decano o del rector de turno, a quienes les importa un bledo si los chavales trabajan o se pasan el día de jijirijí. Al profesor NO de élite se le puede cascar la bronca y llamarlo al orden institucional. Con que aumente el número de aprobados, el profesor NO de élite puede ser ascendido a la categoría de profesor SÍ de élite. Al decano o rector de turno es muy jodido echarle a la calle.
  8. Si un alumno universitario no tiene vocación, no rinde o se hace repetidor por vicio, no se le dice nada para humillarle ni vejarle ni acomplejarle; se le deja matricularse una y otra y otra vez hasta que sus hijos vayan con él a clase perpetuando la especie. Nunca se le debe traspasar a otra facultad, eso es de cobardes. Un profesor NO de élite sin vocación merece morir porque es un ser contra natura.
  9. Los alumnos universitarios SÍ necesitan desesperadamente una motivación extra para estudiar la carrera que han elegido libremente y que será su profesión el día de mañana. O el de pasado mañana. Esta motivación, por supuesto, debe proporcionársela el profesor NO de élite.
  10. Cuando un profesor NO de élite se retira vive aún peor que antes de retirarse. Eso sí, antes le habrán bajado el sueldo y quitado la paga extra de Navidad. La de verano ya se verá...

Supongo que todos los que amáis la enseñanza y la educación estaréis de acuerdo mayormente con las afirmaciones anteriores y las comprenderéis perfectamente. Resultan bastante razonables para nuestro entendimiento y capacidad de raciocinio, ¿verdad? ¿O no?


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