El punto de partida es el asesinato en plena noche del conductor de un Ferrari. El asesino usa guantes y tira el arma. DiNozzo enseguida lo relaciona con una película, en este caso El Padrino, porque es un estilo parecido al de los asesinos de la mafia.
El Ferrari está a nombre de una empresa, para uso de su director general cuando visita Washington, pero el conductor asesinado es un contramaestre de la Marina, pero Abby revela que el asesino no era demasiado listo, ya que ha borrado el número de serie grabado en la empuñadura, pero no el del interior, y acuden a la empresa que tiene registrada el arma, una casa de empeños.
Allí les informan de quien compró el arma, pero también ven una Medalla de Honor del Congreso, algo que la ley prohíbe vender, cuyo propietario resulta ser el mejor amigo del padre de Gibbs, un heroe de la segunda guerra mundial, que necesitaba dinero. En honor a él, Gibbs recibió su nombre.
Sin conocimiento de Gibbs, el equipo investiga sobre la medalla y su dueño, Leroy Jetrho Moore. El Presidente Clinton le entregó la medalla cuando, en 1996, aprobaron una ley que permitía condecorar a los afroamericanos.
Ziva y Gibbs interrogan a la compradora del arma, una maestra de infantil (OMFG) bastante guapa, y pelirroja (porque no habrá mas así por aquí?) que les explica que le dio el arma a su hermano.
Mientras, DiNozzo y McGee van al hotel donde trabajaba por las noches el contramaestre Boxer. Uno de los empleados les explica que Boxer decidió dar una vuelta con el Ferrari de un cliente, y que trabajaba para pagar a su corredor de apuestas. En ese momento, el dueño del Ferrari está reclamando al hotel por su coche y DiNozzo le dice donde lo puede encontrar.
Ziva y McGee van a buscar al hermano de la maestra a la Universidad,pero parece que no está en su habitación ni ha pasado la noche allí.
Gibbs llama a su padre para que le hable sobre su tocayo, el propietario de la Medalla, pero le cuelga de mala manera.
Siguen intentando localizar a Kris Taylor y al corredor de apuestas de Boxer. DiNozzo y Ziva van a ver a Kris, que les cuenta que le robaron el coche, y que el arma estaba en el maletero, y se lo llevan detenido.
Abby habla con Gibbs sobre el Ferrari ¿Hacía falta que mencionara que en el Ferrari había un disco de Justin Bieber? Fucking God
McGee ha encontrado información sobre el dueño de la medalla, a petición de Gibbs, ya que su padre no suelta prenda.
En el interrogatorio, Kris no es convincente en sus respuestas, casualmente estaba de acampada, solo y con el móvil apagad en el momento del asesinato.
Gibbs habla con Moore sobre la medalla y lo que pasó con su padre, pero tampoco quiere hablar de eso.
El dueño del Ferrari intenta ligar con Abby, pero ella no está receptiva. (Bien hecho Abby)
El padre de Gibbs aparece en casa y le pide que se lo cuente. Y le dice que ocultó que su madre se iba a suicidar, y por eso le guarda rencor.
McGee descubre que una moto siguió al Ferrari, y Gibbs acusa a Kris de ser el conductor de esa moto y lo culpa de asesinato, pero el responde que no tiene moto, y al ver la foto reconoce que es de su compañero de habitación.
Saliendo de la sala de interrogatorio, Moore va a ver a Gibbs y le cuenta su versión de lo que pasó con su madre, que los 3 estaban muy unidos, y que él siempre estuvo enamorado de ella, y su padre lo sabía, por eso no le perdona lo que pasó.
Ziva encuentra una conexión entre el compañero de habitación de Kris y el dueño del Ferrari.
Gibbs lleva a Moore a su casa y les obliga a reconciliarse.
En la base, recopilan información sobre la relación entre Alec Dell y la empresa de Chaya, y Gibbs traza un plan para atraerle. Y pica, cuando ve que en su cuenta hay un millón de dólares.
Los amigo al final se reconcilian.
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