Los recientes capítulos son los que enganchan a la serie, cuando los protagonistas tienen problemas, y aunque disfruto enormemente cuando John tiene sus escenas de gran luchador y capaz de salir de cualquier situación, estos de ahora son los mejores, le dan profundidad y emoción a la trama general.
Kara Stanton ya tenía bajo sus órdenes a Mark Snow, como pudimos ver capítulos atrás, gracias a un chaleco explosivo. Ahora ha usado lo mismo con John y les encarga unos trabajitos.
Mr. Reese no parece estar a gusto bajo el yugo de su ex compañera, pero esta no se anda con chiquitas y se carga a los emisarios que debían entregar un disco duro cuando John se niega a matarles.
Por otra parte, Carter debe simular que no sabe nada del accidente de Donelly, pero Fusco la descubre y se reúnen con Finch para ayudar a rescatar a su compañero. Carter sabe que Snow llevaba un chaleco explosivo, y sospechan que John también debe llevar uno puesto.
Durante el siguiente encargo de Kara, John consigue enviar un mensaje a Finch. El encargo es colarse en unas instalaciones del Departamento de Defensa, situadas en un piso que no consta en los planos, de un edificio de oficinas. Para mayor eficiencia, Stanton les da 15 minutos para conseguir lo que les encarga antes de que exploten.
Cabe destacar que John no va a permitir que mueran inocentes después de los 2 muertos del primer encargo, y con no permitirlo me refiero a evitar que maten Snow o Kara.
Finch hackea la red de Defensa y consigue percibir los planes de Kara, y insta a Carter y Fusco a detenerlos.
En los flashbacks nos muestran cómo sobrevivió Kara y para quien trabaja.
Reese y Snow acceden a los laboratorios y, allí aislados de cualquier señal, John le propone ayudarse para deshacerse de los chalecos y detener a Kara, pero parece resignado. John habla con Finch y, con ayuda de uno de los técnicos, le dice lo que podría pasar si Kara consigue lo que busca: podrían llegar a desconectar todo la red mundial, todo internet, hasta la máquina.
John activa la seguridad y el sistema empieza a borrar los discos, pero Mark trata de impedirlo y se enfrenta a Reese. Pero Kara interviene y les revela que no viene a llevarse nada, sino a entregar algo, y conecta el disco que traían a la red, mientras John intenta apelar a sus sentimientos, pero no deja afectar y los deja encerrados en una sala sin salida posible, y con 5 minutos de cuenta atrás en los chalecos.
Consiguen salir de la sala y Mark le traicione y escapa, justo cuando llegan Carter y Fusco. Ella le propone desactivar el chaleco, pero John no parece muy convencido y no quiere arriesgar. Pero el que aparece para salvar a John arriesgando su vida es Finch, y después de una tensa conversación, acepta su ayuda, y consigue desactivarlo.
Mientras Kara informa a su jefe y le pide el nombre del culpable de que ella fuera esa misión en Ordos, un nombre que no existe en ninguna base de datos y le desea suerte buscándolo. Pero cuando ella se sube al coche, dentro le espera una sorpresa, ya que Snow está allí para verla morir a o grande. Y se produce la explosión que Carter y Fusco esperaban, solo que no en la azotea, sino en una calle cercana al edificio.
El agente Moss, encargado de investigar la muerte de Donelly informa a Carter de la identidad de los muertos en la explosión, que son Kara Stanton y Mark Snow, al que identifican como el "Hombre del Traje" y dan por cerrado el caso.
Mientras, Finsch y Reese solo han podido descubrir que, lo que había en el disco de Kara, se activará en 5 meses.
Como epílogo se nos muestra el nombre que le da el jefe de Kara, quién vendió el portátil: Harold Finch.
Si hasta ahora el pasado de John le ha perseguido, tarde o temprano el pasado de Finch también llegará.
Hasta la próxima.
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