NCIS 10X18 "Seek"

Un sargento de la unidad K9, Ted LeMere, experto en detectar explosivos, salva a un chico en Afganistán y acto seguido le disparan en la cabeza. 
La viuda no ce cree en informe, que dice que fue un francotirador talibán, y pide ayuda al NCIS. Ella les muestra un vídeo en el que el teniente explica que se había metido en problemas y se disponía a denunciarlo, y eso enfadaría a alguna gente. 

Duck encuentra restos de bala en el casco y Abby determina que es munición americana, lo cual haría creíbles las sospechas de la viuda. "Pero ¿quién querría matar a un soldado americano si no son los talibanes?" se preguntan ella y Gibbs.

La unidad del sargento ayudaba a detectar explosivos en los edificios en reconstrucción, y hablan con el contratista encargado, Jim Virgil.

Gibbs habla con Ruby, la viuda, y ella le cuenta que meses atrás Ted tuvo problemas con el entrenador de los perros, Norman Pittorino, así que deciden investigarle también. Es un consultor contratado por el ejercito para asesorar a las unidades caninas. DiNozzo y McGee van a ver a Pittorino y este les echa los perros.

Ruby recibe un paquete con un colar de oro. Ted le dijo que recibiría algo, pero no esperaba eso. Normalmente eran fotos. Abby lo analiza y confirma que es oro puro, con esmeraldas y que ha estado en Kabul.

Gibbs lleva la chica a casa y al entrar Dex nota la presencia de alguien que consigue escapar por la ventana, no sin antes llevarse un mordisco.
Han rebuscado en el joyero, lo que indica que alguien va tras el colgante.
Abby y MacGee averiguan que el colgante está valorado en 9 mil dólares y pertenecía a una familia de Kabul que huyó a Pakistán.

Gibbs y McGee se dirigen a Afganistán para investigar la procedencia del colgante y evaluar la situación del sargento en el lugar. Pero o van solos, puesto que se llevan a Dex.
El superior del sargento les informa que han buscado al francotirador, y lo encontraron, pero uno de los hombres de Virgil le disparó antes de que pudieran interrogarle. Los otros sospechosos afirman que fue él quien disparó. Gibbs se sitúa en el lugar del disparo y concluye que el francotirador no estaba en la montaña, sino en lo alto de un edificio, por lo tanto los sospechosos no eran talibanes. Además, el capitán es reacio a asumir culpas si las pueden asumir los contratistas.
Por lo tanto, el francotirador sigue libre en algún sitio.

Abby analiza los restos restos del mordisco de Dex y encuentra un pelo humano, y 2 de perro, uno en concreto de doberman. Resulta que el que trafica el es sobrino de Pittorino, el que parecía inútil. 

Cuando llaman a Gibbs para decírselo, este les dice que quiere el nombre del contrabandista en Afganistán. Mientras McGee ha pedido las imágenes por satélite del día del disparo. 

Cuando vienen a llevarse a Dex para reasignarlo, Gibbs sospecha que Virgil saque los edificios antes de reconstruirlos, y envía lo que encuentra al sobrino de Pittorino. Pero el francotirador es el jefe de seguridad del contratista, y cuando se ve descubierto quier matarlos, pero Dex se tira sobre él y recibe un disparo.

Me ha parecido muy bonita y muy emotiva la escena del final, cuando Gibbs se presenta en el entierro y le da a Ruby una medalla por Dex, y le dice que está retirado y que se queda con ella para siempre. Tony dice que siente ganas de tener un perro y Gibbs le responde: "No es un perro, es un Marine".

Quiero destacar 2 cosas de esta capítulo. Primero lo que significa la búsqueda de niñera y las interminables entrevistas. La conversación entre Ziva y el director es muy madura y ayuda a Leon a reflexionar. Debe ser él quién decida cuando está preparado, cuando ha superado la muerte de su mujer, que nadie lo decida por él.

El otro detalle es que Ziva ha estado siguiendo a Bodnar, el sucesor de su padre al frente del Mossad. Lo vemos cuando esconde unas fotos, y cuando le dice a Abby que ha estado ocupada.

Ha sido un capítulo de los que ya nos tiene acostumbrados la serie, de ayudar a alguien, ya sea una viuda, un huérfano, y este tipo de historias tocan la fibra sensible, y lo dice alguien que no es de lágrima fácil.